jueves, 21 de junio de 2007

Políticos profesionales. ¡Basta ya!

Esta noticia en La Nueva España me hizo volver a pensar sobre la "profesionalidad" de los políticos: La presidenta de la Junta General del Principado de Asturias repite de nuevo tras 8 años en el cargo.

No es por este cargo en concreto, pero lo cierto es que la mayoría de los componentes de la mesa repiten, así como de los diputados en general. En las Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Congreso, Senado y en general en cualquier tipo de cargo político o de designación política están más o menos los mismos todo el tiempo.

Y esto es una señal de que el sistema marcha mal, pero que muy mal. La política teóricamente es una vocación, que no debe convertirse en profesión. Y la mayoría de los políticos son "profesionales". Y lo peor es que muchos no han trabajado "en trabajos de verdad" nunca en la vida (empezando ya con cargos en las "Juventudes X"), o llevan tanto tiempo fuera de "la vida real" que ya no pueden volver a una vida normal con un trabajo normal, porque ya no saben.

Así que no conocen las necesidades de las personas "normales" porque hace mucho que dejaron de vivir la realidad de primera mano (y por tanto no prestan servicio de verdad a los ciudadanos) y además lo único que saben hacer es ser políticos, y por tanto se aferran al cargo y al sueldo.

Así que ¡BASTA YA!. ¡Prohibición de los políticos profesionales YA! Algunas ideas:

- Máximo 8 años consecutivos desempeñando cualquier cargo público político o de designación política. Mínimo 4 años de descanso sin tener ningún tipo de cargo público. Es decir, cada 12 años máximo 8 años de cargo público.
- Edad mínima y/o experiencia laboral mínima PREVIA y NECESARIA para desempeñar cualquier cargo.

Creo que con estas sencillas normas la política en España mejoraría sensiblemente.

4 comentarios:

Guti dijo...

¡Huuuuuy! Delicada cuestión :-) ¿No será un flame?

Primera cuestión: estoy de acuerdo en que no me gustan los "políticos profesionales" que están ahí para ganarse la vida. No obstante... no consigo encontrar una objeción de base al hecho de que una persona dedique su vida a servir a los demás. (Ya, ya sé :-) ).

Segunda: Exigir edad mínima o experiencia laboral es claramente discriminatorio. ¿No tiene derecho un parado o un ama de casa a representar al pueblo? ¿No estaría bien en el Parlamento un licenciado en Historia que se ha chupado todos los cursos del INEM y sabe los chanchullos que hay en muchos sitios?

Tercera: ciertamente, hay quien hace del politiqueo (no lo llamemos política) su medio de vida. Pero esa actitud, o el hecho de que lo último que les importe sean los ciudadanos, ¿depende realmente de su perfil profesional? No creo que se solucionase absolutamente nada con esas restricciones.

Cuarta: de hecho, ya puestos, yo a lo mejor prohibiría desempeñar ciertos cargos a mucha gente dependiendo de su profesión (cosa que no puede ser). Para Concejal de Urbanismo prefiero a un parado que a un constructor, o a un médico con intereses inmobiliarios...

Total, que no acabo de verlo.

darioa dijo...

Admito que es un poco radical, pero creo que los beneficios serían mayores que las desventajas.

La edad mínima como discriminatoria no lo es necesariamente (ej: para votar también se pide una edad mínima).

De alguna manera hay que evitar los dos grandes problemas de los representantes públicos profesionales que se prolongan en exceso en el tiempo: a) La desconexión con la realidad y los ciudadanos a los que se representa y b) Aferrarse al sillón porque no se sabe hacer otra cosa.

Me estaba refierendo a los "cargos públicos". Dedicarse a la política completamente podría uno seguirlo haciendo, aunque cada 8 años de cargo público necesariamente "descansaría" 4 años (volviendo a su trabajo normal en exclusiva, o compatibilizándolo con cargos en su partido (no públicos) o dedicándose en exclusiva a su partido).

Seguro que no es la mejor solución, pero algo habría que hacer.

(Por ejemplo, en muchos sitios se limitan los mandatos consecutivos, esto sería sólo ir un paso más allá).

Armando Morán dijo...

Hay que tomar en cuenta que hay personas que se preparan precisamente para trabajar toda la vida en la política, los que estudian maestrías en Administración Pública.

Además, puede que le den continuidad a los proyectos, si están relacionados por varios años a estas decisiones.

Por otro lado, también es importante recordar lo que decía Benito Juárez: "No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala". ", y olvidar lo que dijo el también Mexicano Carlos Hank: "Un político pobre, es un pobre político."

Actualmente su hijo quiere gobernarnos a los Baja Californianos, espero que no lo logre.

Fer dijo...

Muy bueno el post. De todas formas el mal viene, según yo lo veo, del sistema de partidos.

Si pones descansos cada 8 años, los "amigos" del partido te echan una mano en sus empresas, o te nombran "consejero" o "asesor" o cosas por el estilo en algún ayuntamiento y a seguir chupando del bote...

Y estoy totalmente de acuerdo con que un poco de apego a la realidad mediante el trabajo no les vendría mal. En Alemania si no recuerdo mal, por ejemplo, a los profesores de ingeniería les exigen haber trabajado antes de dar clase por ese mismo motivo. También es cierto que muchos de los que se dedican a la política lo hacen precisamente porque en otros sitios ya no les querían (el que vale vale y el que no pa' la política).