"Esta biblioteca NO es un lugar de estudio".
Al menos es lo que pone en un cartel en la Biblioteca Pública de Oviedo del Fontán.
Pero es sólo lo que pone el cartel, porque en la práctica todos los puestos están copados por gente que está estudiando, pasando olímpicamente de las normas.
Como no hay vigilancia, si quieres leer algo, con algo de suerte, puede que quede libre uno de los pocos sillones que hay.
Otro ejemplo de las cosas al revés. Antes de que alguien se me lance a la yugular, tampoco pasaría nada porque se reservase de manera exclusiva una parte de los puestos (no digo todos, que sería lo suyo de verdad) para los que van a usar la biblioteca como biblioteca, y no como sala de estudio.
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2 comentarios:
Seguro que si te quejas y te pones insistente, te buscan un sitio y echan a uno. Pero claro, eso si te atreves; porque entonces serás tú el malo.
Es un mecanismo que a los fumadores les ha funcionado siempre. Si te quejas, como tienes razón se te da, pero eres tú el que queda mal.
Eso, el mundo al revés.
Lo más paradójico es lo descarado del asunto. Es como fumar debajo del cartel de prohibido fumar.
Tampoco sé para qué ponen el cartel si no lo van a vigilar. Esto no es Dinamarca, lamentablemente...
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